REFLEXIONES NAVIDEÑAS
Desde hace un tiempo estoy en sequía en el blog, y como me han dicho, no hay nada mejor que darle vueltas a las cosas para centrarnos en nuestras propias ideas.
Lo malo de tener un blog radica en la imposibilidad de plasmar en él todas las ideas que se nos pasan por la cabeza, que pueden ser estupras o incluso brillantes, eso lo dejo en manos del buen espectador; pero he estado pensando un poco por ser estas unas fechas tan significativas, y que conste antes de seguir leyendo, que esto solo será una visión más de las fiestas, por lo tanto, no debemos deprimirnos.
En las últimas clases, vimos como un mismo concepto o una idea, puede variar con el tiempo o con algún suceso vital, de tal manera que puede ampliarse la información que tenemos de ella, se puede eliminar o restar esta información o incluso se puede modificar, y pensando un poco, eso es exactamente lo que tiende a pasar con estas fechas tan significativas.
La navidad es un periodo de tiempo que independientemente de la religión, significa festividad, y eso que es una fiesta cristiana que simboliza el nacimiento de Jesús. Pero la concepción o el sentimiento que tenemos cuando llegan estas fechas, se ve modificado a medida que pasan los años y varían nuestras necesidades o incluso nuestras experiencias vitales.
Cuando somos niños, vemos la navidad como esa festividad en la cual tenemos vacaciones en el colegio, como esa festividad en la que normalmente se reúne la familia, comemos ricas comidas y principalmente recibimos regalos de los Reyes Magos o de Papa Noël, o incluso de los dos. En esta etapa infantil, las navidades son como un regalo en si mismo, que esperamos durante todo el año, y donde nos divertimos y experimentamos una especial felicidad.
Cuando vamos cumpliendo años, y pasamos de esta etapa infantil, vamos entendiendo esta época como una época de vacaciones, pero ya influyen muchos factores nuevos o vistos de diferente manera, que los que nos afectaban en la infancia; ya que se encuentra justo antes de la época en la que se entregan las notas en el colegio, y esto puede influir en el transcurso de las mismas vacaciones, tanto para bien como para mal; y no solo eso, con cierta edad, descubrimos que esos seres mágicos que nos dejaban regalos en una noche determinada, ya no son tan mágicos, sino que pasan a ser los ·”padres” (para el que no lo supiera, lo siento, pero así es….Los Reyes Magos, Santa Claus, el ratoncito Perez y en general todos esos seres mágicos de la infancia, tienden a ser los padres).
Todos estos cambios suelen afectar al sentimiento mágico que se tienen de las navidades, pero no suelen dejar de ser una época feliz donde, a pesar de todo, estamos como en otro mundo, sin embargo, cuando llega o incluso pasa la adolescencia, se dan cambios un poco más bruscos, donde las notas influyen mucho más en el transcurso de estas vacaciones, donde ya no se quiere tanto estar con la familia, sino disfrutar con los amigos, y esto puede frustrar significativamente, chocando la necesidad de los padres por mantener al niño/a en casa y nuestra necesidad de fiestas como la de noche vieja.
El momento estelar del cambio no radica solo en las diferencias con la familia, sino que también se pasa a ese momento en el cual uno ya no recibe regalos como pasaba en épocas ya no tan lejanas, sino que pasa también a regalar, lo cual nos deja sin recursos económicos en muchos casos y nos provoca cierta ansiedad con el proceso de búsqueda, como las peleas por el último artículo que encantará a esa persona tan especial para nosotros y situaciones que todos conocemos (no seré yo el único que se halla enfrentado a una señora de 80años por esos bonitos guantes para una persona especial, sino pasar por alto el comentario) , y si esto fuera poco…. Están los bonitos exámenes de enero o febrero, que nos enclaustran en la mesa o la biblioteca para estudiar, si queremos seguir con la prosperidad de nuestras vidas…
En definitiva, se puede ver como los diferentes sucesos y etapas de nuestra vida, van alterando nuestros esquemas cognitivos, variando nuestra información y nuestros sentimientos en estas fechas tan señaladas, y me plantea dudas como….¿Esto se queda aquí, o dentro de unos años las navidades mejorarán o se convertirán en un infierno? Mejor no pensarlo, ya que la respuesta depende mucho de nosotros y puede ser muy obvia.
Las navidades son una época para ser feliz independientemente de cualquier situación, y por eso os deseo muy feliz navidad amigos, y por muy negra que pueda ser por lógica la perspectiva que plantea la navidad o cualquier situación en general, una mirada positiva ayuda, así que disfrutar mucho y tener cuidado con el alcohol o las grandes comidas y sobre todo ¡¡¡estudiar mucho!!!
Espero que este artículo os anime a participar de mi blog, y que no os deprima, que no es mi intención, solo es una mirada crítica de las fiestas en general.
3 comentarios
Paloma -
No me habías contado nada de tus horribles Navidades, aunque yo creo que si hubiesemos tenido en cuenta la que se nos venía encima habríamos tratado de disfrutar de esos momentos con más consciencia. Claro que a veces se junta todo ¿no?
Pues a ver ahora en Carnavales.¿ Te vas a disfrazar? Será una oportunidad de cambiar de identidad. Te voy a dar algunas sugerencias:
Quintiliano, Séneca, Ibn Tufayl ( este parece bastante asequible, je ,je...)erasmista, valido de los Austrias, manteista, ilustrado...bueno uno que creo que te iria bien mosquetero o capitán Alatriste.
En fin, se puede fantasear con las historia y recoger ideas prácticas ¿ no crees?
Yo tengo menos opciones sólo puedo disfrazarme de Josefa Amar de Borbón.
Bueno hasta la próxima.Afina "tus Métodos".
Un saludo
Paloma
Paloma -
No me habías contado nada de estas navidades tan horriblemente vividas.¿ó si?
¿ No crees que si hubiesemos tenido en cuenta la que se nos venia encima, habríamos disfrutado más de estar despreocupados?
En fin, veremos ahora como superamos el Carnaval. ¿ Te vas a disfrazar? Será una oportunidad para cambiar de identidad... Yo te veo de mosquetero o Capitán Alatriste..jeje.
Un abrazo
Paloma.
Alejandro -
Estáis todos de lo más navideños-depresivos... ja ja.. si tuviéramos más tiempo estaría bien analizar en profundidad por qué se produce esto. Si no tenemos tiempo a ver si le dedico espacio en mi blog. El poema que ha escrito Gloria es muy expresivo. También acaba de escribir Patricia sobre esto.
Me gusta mucho la reflexión que has realizado. Sobre todo porque empezaste a usar las distinciones de construir a partir de la experiencia: añadir, restar, extender, reducir, rellenar y sacar. Aunque luego las dejas a un lado. Estaba intrigado para ver cómo lo usabas, bueno, el mero hecho de que lo iniciaras está bien, eso significa que existe ahí en algún lado, ja.
Como muy bien dices el sentido y significado de una celebración ritual como la navidad varía según cambia el sujeto. Si cambia el sujeto también cambia el objeto, en el sentido de que también atiendes a cosas de diferentes, incluyes cosas, sacas otras cosas, se puede extender el valor de algo o incluso reducir.
Además puedes incluso ser consciente de tus interpretaciones, del sentido que le das y gestionarlo, más allá de simplemente reaccionar sin darte cuenta. Así puedes reaccionar sin más a la navidad sin saber cómo condicionan tus expectativas a dicha reacción, o gestionar tus expectativas para voluntariamente tratar de vivir la navidad de una manera especial, interesante o enriquecedora.
Creo que parte del problema de la navidad está en que se modifican nuestros estándares cotidianos. Es decir, por ejemplo, el manido tema de la felicidad y la bondad navideñas. Uno tiene que ser feliz o en navidad, estar de buen humor, ser mejor persona o al menos aparentarlo. Como culturalmente se genera este coloque, esta expectativa, este estandar, es más clara la diferencia: que no somos más felices, notamos más las discrepancias con el estandar de la "felicidad" (dado que la vida al fin y al cabo es igual). Y casi peor, mucha fuente de infelicidad procede de las relaciones familiares, algo que no sólo no debería ocurrir porque es Navidad, sino porque además son familiares (doble transgresión). También están los diferentes valores conflictivos como el consumismo, la diversión desenfrenada y seguir atendiendo a los valores altruistas tradicionales que parece que se activan sólo durante dos semanas.
Al final probablemente somos más ingenuos que los niños que esperan los regalos.
Yo creo que desaprovechamos (como cultura) esta oportunidad ritual. En fin, imagino que al final hacemos lo que podemos.
Bueno, lo dicho, me gustó tu reflexión, al final no eran tan fiero el bloqueo ;)
Ah... no dejaré que mis sobrinos lean tu blog. Aún les quedan unos meses de ilusión preoperacional, que afortunadamente yo comparto y disfruto con ellos.
Un saludo
Alejandro