Blogia

DANIELSANCHEZ

REFLEXIONES NAVIDEÑAS

REFLEXIONES NAVIDEÑAS

Desde hace un tiempo estoy en sequía en el blog, y como me han dicho, no hay nada mejor que darle vueltas a las cosas para centrarnos en nuestras propias ideas.

 

Lo malo de tener un blog radica en la imposibilidad de plasmar en él todas las ideas que se nos pasan por la cabeza, que pueden ser estupras o incluso brillantes, eso lo dejo en manos del buen espectador; pero he estado pensando un poco por ser estas unas fechas tan significativas, y que conste antes de seguir leyendo, que esto solo será una visión más de las fiestas, por lo tanto, no debemos deprimirnos.

 

En las últimas clases, vimos como un mismo concepto o una idea, puede variar con el tiempo o con algún suceso vital, de tal manera que puede ampliarse la información que tenemos de ella, se puede eliminar o restar esta información o  incluso se puede modificar, y pensando un poco, eso es exactamente lo que tiende a pasar con estas fechas tan significativas.

 

La navidad es un periodo de tiempo que independientemente de la religión, significa festividad, y eso que es una fiesta cristiana que simboliza el nacimiento de Jesús. Pero la concepción o el sentimiento que tenemos cuando llegan estas fechas, se ve modificado a medida que pasan los años y varían nuestras necesidades o incluso nuestras experiencias vitales.

 

            Cuando somos niños, vemos la navidad como esa festividad en la cual tenemos vacaciones en el colegio, como esa festividad en la que normalmente se reúne la familia, comemos ricas comidas y principalmente recibimos regalos de  los Reyes Magos o de Papa Noël, o incluso de los dos. En esta etapa infantil, las navidades son como un regalo en si mismo, que esperamos durante todo el año, y donde nos divertimos y experimentamos una especial felicidad.

 

            Cuando vamos cumpliendo años, y pasamos de esta etapa infantil, vamos entendiendo esta época como una época de vacaciones, pero ya influyen  muchos factores nuevos o vistos de diferente manera, que los que nos afectaban en la infancia; ya que se encuentra justo antes de la época en la que se entregan las notas en el colegio, y esto puede influir en el transcurso de las mismas vacaciones, tanto para bien como para mal; y no solo eso, con cierta edad, descubrimos que esos seres mágicos que nos dejaban regalos en una noche determinada, ya no son tan mágicos, sino que pasan a ser los ·”padres” (para el que no lo supiera, lo siento, pero así es….Los Reyes Magos, Santa Claus, el ratoncito Perez y en general todos esos seres mágicos de la infancia, tienden a ser los padres).

 

            Todos estos cambios suelen afectar al sentimiento mágico que se tienen de las navidades, pero no suelen dejar de ser una época feliz donde, a pesar de todo, estamos como en otro mundo, sin embargo, cuando llega o incluso pasa la adolescencia, se dan cambios un poco más bruscos, donde las notas influyen mucho más en el transcurso de estas vacaciones, donde ya no se quiere tanto estar con la familia, sino disfrutar con los amigos, y esto puede frustrar significativamente, chocando la necesidad de los padres por mantener al niño/a en casa y nuestra necesidad de fiestas como la de noche vieja.

 

            El momento estelar del cambio no radica solo en las diferencias con la familia, sino que también se pasa a ese momento en el cual uno ya no recibe regalos como pasaba en épocas ya no tan lejanas, sino que pasa también a regalar, lo cual nos deja sin recursos económicos en muchos casos y nos provoca cierta ansiedad con el proceso de búsqueda, como las peleas por el último artículo que encantará a esa persona tan especial para nosotros y situaciones que todos conocemos (no seré yo el único que se halla enfrentado a una señora de 80años por esos bonitos guantes para una persona especial, sino pasar por alto el comentario) , y si esto fuera poco…. Están los bonitos exámenes de enero o febrero, que nos enclaustran en la mesa o la biblioteca para estudiar, si queremos  seguir con la prosperidad de nuestras vidas…

 

            En definitiva, se puede ver como los diferentes sucesos y etapas de nuestra vida, van alterando nuestros esquemas cognitivos, variando nuestra información y nuestros sentimientos en estas fechas tan señaladas, y me plantea dudas como….¿Esto se queda aquí, o dentro de unos años las navidades mejorarán o se convertirán en un infierno? Mejor no pensarlo, ya que la respuesta depende mucho de nosotros y puede ser muy obvia.

 

            Las navidades son una época para ser feliz independientemente de cualquier situación, y por eso os deseo muy feliz navidad amigos, y por muy negra que pueda ser por lógica la perspectiva que plantea la navidad o cualquier situación en general, una mirada positiva ayuda, así que disfrutar mucho y tener cuidado con el alcohol o las grandes comidas y sobre todo ¡¡¡estudiar mucho!!!

 

            Espero que este artículo os anime a participar de mi blog, y que no os deprima, que no es mi intención, solo es una mirada crítica de las fiestas en general.  

ALGO MÁS SOBRE EL APEGO

Supongo que el tema del apego es algo extenso y complejo, pero también es un tema que provoca interés, por eso seguiremos un poco más dándole vueltas a las ideas que van barajándose.

 

La capacidad de tener apego es biológica, es decir, no es que se cree un apego de manera innata, sino que los seres humanos estamos predispuestos para desarrollarlo a partir del séptimo mes de vida, que es cuando en principio en niño esta preparado biológicamente para desarrollar esta cualidad.

 

No hay que confundir el apego con la impronta, ya que el apego se basa en unas relaciones afectivas que desarrollamos los seres humanos y que se extienden a lo largo de nuestra vida a los objetos y personas con las que nos relacionamos, mientras que la impronta de los animales, se basa en un proceso automático como se ve en la etología, donde el animal, al nacer, asume que lo primero que ve que se mueve, es su madre y por ello la sigue y la considera su madre. Este caso es claro ejemplo de algunos casos que se han visto por ejemplo a familias de patos, que siguen a un perro o incluso a un tractor o incluso alguna que otra película que lo muestra. Al parecer no es lo mismo, pero también es cierto que podría confundirse, pero en el caso del ser humano, es algo mucho más complejo.

 

Los seres humanos tenemos la capacidad de sentirnos apegados desde pequeños, pero al no ser una cualidad innata, hay casos en los cuales los niños por falta de contacto con una figura de apego como en algunos orfanatos, donde se les cubrían todas sus necesidades, menos estas afectivas, no desarrollaban esta cualidad. El echo de no adquirir esta capacidad tan importante, provoca en muchos casos que el niño, poco a poco y sin razón aparente se valla apagando y acabe por morir, o incluso si no llega a darse la muerte, se produzcan incluso discapacidades cognitivas. No es una forma de hablar, en casos como los mostrados en el orfanato mencionado, muchos niños con capacidades que podrían llamarse normales, no desarrollan el potencial que podrían tener llegando a sufrir discapacidades severas, pero esto también deja abierta una puerta a nuevas dudas.

 

Según Piaget y otros autores evolutivos dicen, que hay capacidades que se pueden desarrollar en ciertas edades o no desarrollarse, pero en el caso del apego, como se ha demostrado con estos niños de manera indirecta, al darles una figura que les prodigara cariño y las atenciones que emocionales que les son necesarias, mejoran en sus capacidades cognitivas, por lo cual se intuye que se ha establecido esa figura de apego tan necesaria.   

 

En definitiva, vemos la importancia de darle una figura de apego a las personas, ya que es fundamental también para el desarrollo del individuo, además , esta cualidad ya es imborrable, lo cual no quiere decir que sea estable. Una vez adquirido un tipo de apego a lo largo de la infancia marcada por sucesos vitales, por el contexto cultural, la familia…y en general por la situación que rodea al niño, no quiere decir que así se mantendrá toda la vida, ya que se pueden dar sucesos vitales o circunstancias, que a pesar de tener arraigado un sistema de apego u otro, nos hagan cambiar, es decir, lo que no perdemos es la capacidad de apegarnos y vincularnos, pero si se puede alterar la forma de presentarlo.

 

La forma que tenemos de apegarnos y de vincularnos con los objetos y las personas, suele tener una raiz bastante profunda que se ancla en el subconsciente, de tal manera que se pueden dar comportamientos variados ante diferentes personas y situaciones con respecto a una misma persona, y sobre todo de diferentes personas ante la misma situación, ejemplo claro de la pareja que camina por la calle y piensa que si alguien choca con uno de ellos es por interés por su otra mitad, mientras que otros podrían pensar que solo es una coincidencia.

 

Como muestra el ejemplo, a veces un sistema u otro de apego puede provocar un problema en el fuero interno o incluso externo, porque como en cualquier caso, todo puede ser usado como un arma de doble filo, pero además de por experiencias trascendentales, se baraja la teoría de poder llevar a cabo un cambio progresivo de nuestra forma de apego, como se hace en algunos casos en problemas de pareja con maltratadores, o incluso con otros problemas, radicando la solución en el autocontrol y la autorreflexión para alcanzar el cambio. Parece muy complicado y realmente creo que lo es, pero no es imposible, en cualquier caso, con el paso de los días se ira haciendo un planteamiento de la aplicación de ciertos tratamientos sobre casos como este, o se ira creando más debate sobre el tema.

 

Espero que el tema os resulte interesante y me realicéis las aportaciones oportunas a mis divagaciones y mis planteamientos, por que aquí soy un ignorante más dispuesto a aprender